El branding es un concepto que, en la actualidad, ninguna empresa pone en duda, y que hace referencia a los aspectos gráficos de la identidad corporativa que transmiten los valores de la marca. Pero ligado a este va otro que a menudo se pasa por alto y que hace referencia al propio nombre de aquella. Hoy hablamos de la importancia del naming dentro del marketing.
Qué es el naming
El naming hace referencia al proceso que lleva a determinar el nombre específico de una marca. Este incluye una parte creativa y otra analítica; aunque parezca que la primera es la que más peso tiene, lo cierto es que el secreto para el éxito está en el análisis que se lleve a cabo. Es imprescindible identificar aquellos aspectos en el nombre en sí mismo que permitirán a los consumidores hacer una asociación de valores.
En el caso del sector asegurador, los valores principales que se busca transmitir son la confianza y la cercanía al cliente. Puesto que siempre ha sido un sector que genera una cierta desconfianza y que se ha percibido como frío e inflexible, es necesario recalcar que se encuentra adaptado a los nuevos tiempos. Por este motivo, algunas marcas apuestan por renovar su identidad, en la que se incluye su nombre o la estética de este.
¿Cuál es la importancia del naming?
La elección de un nombre nunca es una tarea sencilla, ya que, como hemos dicho, hacemos inconscientemente una asociación de conceptos en nuestra mente. Además, debe favorecerse su recuerdo. Si bien la marca en sí es la que cuenta con un significado, los símbolos que se eligen, como puede ser la tipografía, son los que favorecen que sea reconocible y consistente con los valores. Pero, ¿dónde reside exactamente la importancia del naming?
En primer lugar, el nombre representa la identidad de la marca. Si tenemos en cuenta que será la palabra/s que más se lea y escuche, no puede elegirse al azar. En segundo lugar, expresa la esencia y los valores de la marca; es decir, su propia personalidad. Por lo tanto, tanto el nombre como los mensajes que se transmitan y la imagen que la marca dé, deben ir en la misma línea.
En tercer lugar, la importancia del naming reside en que el nombre corresponde a la primera impresión. Y puesto que como dice el dicho, esta es la que cuenta, es necesario asegurarse de que a través de aquel se hace llegar a los clientes potenciales el mensaje que se desea.
Dentro del sector de los seguros, la importancia del naming reside en que debe ser capaz de transmitir los valores que ya indicamos. Estos son la confianza, ligada a las buenas prácticas profesionales, la transparencia y la cercanía con el cliente.
La elección de la tipografía
La tipografía o diseño de letras y caligrafía tiene la capacidad de definir la personalidad tanto de una persona como de una marca. La elección de esta como parte del naming se encuentra dentro de la identidad visual corporativa, ya que transmite valores y diferencia de la competencia.
Abarca no solo el tipo de letra en sí, sino también el grosor del trazado, la forma, los espacios entre las letras, el estilo o la inclinación, entre otros. El conjunto de todos ellos es lo que crea la personalidad de la marca, así que además de atractivos y acorde con el mensaje a transmitir, debe favorecer la legibilidad.
Dada la importancia del naming, la elección no puede ser aleatoria, ya que todos los esfuerzos por ofrecer un producto de calidad, diseñar una experiencia del cliente satisfactoria o desmarcarse de la competencia pueden ser completamente ineficaces.
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