La tecnología se abre paso en nuestros días y cada vez son más los elementos del hogar que podemos controlar a través de ella. Hablamos así de la smarthome o casa conectada; un nuevo concepto de vida que abre otro frente en los seguros de las viviendas. ¿A qué nos enfrentamos?
Qué es una smarthome
Cada vez son más los aparatos que podemos instalar en casa que son llamados inteligentes. Este concepto de inteligencia hace referencia a la capacidad de aquellos para regularse de manera autónoma o bien a través de mecanismos de control remoto. La herramienta más común que utilizamos en la actualidad es el teléfono móvil.
Así, en una smarthome encontramos persianas, luces, calefacción, televisores y muchos otros artefactos que son ya controlados de manera remota. Gracias al Internet of Things o IoT, pueden conectarse a nuestra red, y con poco esfuerzo podemos gestionar su funcionamiento incluso si nos encontramos fuera de casa.
Sin embargo, el camino hacia una auténtica smarthome no es del todo llano. Cada fabricante se centra en sus propios productos, lo que dificulta la comunicación entre estos para disponer de una solución integral que permita gestionar la vivienda de manera global.
Además de ello, y dadas las nuevas normativas con respecto a la protección de datos, podríamos encontrarnos en una situación de vulnerabilidad. Por otra parte, si nuestra smarthome está conectada a Internet, esta se expone también a los ciberriesgos. ¿Qué sucede entonces con las coberturas del hogar?
Cómo protegen los seguros a nuestra smarthome
Puesto que el crecimiento de las smarthome se ve limitado por los motivos que hemos comentado en el apartado anterior, el sector de los seguros avanza también a un ritmo pausado. Es el momento de valorar quién sería responsable en el caso de daños relacionados con la domótica.
Hasta hoy, los ciberataques quedaban anclados a los ordenadores, especialmente en el mundo empresarial. Sin embargo, en la actualidad, riesgos como la suplantación de identidad o los fallos en el suministro afectarían también a las viviendas. ¿Quién sería responsable en este caso si cae el servicio?
Se trata todavía de un interrogante para las propias compañías de seguros. Dado que las smarthome no son todavía una realidad en nuestro país, sino un proyecto de futuro, comienza el debate acerca de la responsabilidad en cada situación. Así como de las posibles coberturas y la aportación por parte del cliente.
Nos encontramos aún en programas piloto que sirven para obtener feedback. Es muy probable que de cara a los próximos años hayamos evolucionado en este campo y contemos ya con un nuevo sistema de coberturas.
Mientras tanto, cabe decir que la domótica en una smarthome no solo sirve para hacer nuestra vida más cómoda. También se utiliza para la seguridad personal en la vivienda, con alarmas, cámaras de seguridad o cierres automáticos. Aspectos que servirían también para reducir las primas de un seguro.
El futuro es tecnológico, de eso no cabe duda. Así que en nuestro presente nos toca adaptarnos a este nuevo concepto de vivienda inteligente o smarthome, tanto desde el punto de vista del usuario como de la empresa aseguradora.