El social selling es una técnica de ventas que va unida al uso de las redes sociales, y es que el tiempo que los usuarios invierten en estas supera ya el 20%. Aunque puede emplearse en todas ellas, LinkedIn y Twitter son las más populares. Si aún no lo conoces, te contamos qué es el social selling y por qué debemos implementarlo en nuestra empresa.
Qué es el social selling
Como hemos dicho, el social selling es una técnica de ventas que está aumentando progresivamente su popularidad. Gracias a la transformación digital, los métodos que se venían utilizando hasta ahora han dejado de ser efectivos. Hoy en día, los consumidores demandan productos personalizados y buscan en las empresas valores coincidentes con los suyos.
A diferencia de lo que el concepto en sí pueda dar a entender, el social selling no consiste en realizar ventas sociales. La cantidad de información y de anuncios publicitarios a los que los consumidores se ven expuestos es muy elevada. Por lo tanto, estos tienden a huir de aquellas empresas insistentes que tratan a cualquier precio de hacer llegar sus productos y servicios a los clientes potenciales.
En lugar de ser un fin, las redes sociales son un medio para crear una identidad corporativa y obtener leads. Las estrategias de marketing que se incluyen en esta técnica buscan que los usuarios compren sin tener que vender, y para ello se afianza la relación con estos por medio del engagement.
Aunque se trate de un término nuevo en el mundo digital, los comerciales o profesionales de ventas llevan años poniendo en práctica lo que es el social selling. Ahora, de lo que se trata, es de aplicarlo a las relaciones en Internet.
Cómo poner en práctica esta técnica
Las estadísticas son las que nos indican cuando algo resulta útil o no, y de acuerdo con ellas la diferencia en la consecución de los objetivos entre los vendedores que emplean las redes sociales y los que no es de más del 75%. Por lo tanto, si queremos vender, no solo hay que estar en el lugar adecuado, sino que es imprescindible escuchar a los usuarios.
¿Y entonces? ¿Es suficiente con optimizar nuestras redes sociales como LinkedIn para obtener un mayor éxito como marca? La respuesta es no. Más allá de la presencia en estas, existen otras herramientas que ayudan a crear identidad. Por ejemplo, el employee advocacy, que consiste en que los propios empleados sean embajadores de la marca y la recomienden en sus perfiles personales. El éxito actual de los influencers ha dejado claro que la opinión de una persona ofrece una mayor fiabilidad que lo que la propia empresa diga de sí misma.
Pero además de esta herramienta, las claves del social selling incluyen conocer a los usuarios con los que se relaciona. Las propias redes sociales ofrecen una cantidad ingente de información sobre sus perfiles como consumidores. Y así, además de identificar al target objetivo, se crea un diálogo natural pero personalizado que permita escuchar sugerencias, preferencias o quejas e interactuar en un período de tiempo muy breve.
Si deseas conocer más detalles sobre lo que es el social selling, sigue atento porque en nuestros próximos artículos profundizaremos en esta técnica.
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