El creciente uso de Internet en los últimos años ha potenciado el desarrollo de los sistemas de pago electrónico. Una tecnología que hoy incluye también a los dispositivos móviles. Desde sus inicios hasta hoy, el pago en el entorno digital ha ido ampliando sus posibilidades y cada vez encontramos más opciones disponibles.
En qué consiste un sistema de pago electrónico
Se trata de un sistema que facilita la aceptación de pagos en las transacciones que tienen lugar en línea por medio de Internet. Los sistemas de pago electrónico, también llamados EPS realizan una transferencia de dinero entre los compradores y los vendedores. En esta compra-venta de pago en el entorno digital, se encuentra como intermediario una entidad financiera autorizada por ambas partes.
Los ejemplos más comunes son las pasarelas de pago o los TPV virtuales para pagar con tarjeta, los sistemas de banca electrónica y también los de monedero. Sin embargo, también podemos encontrar empresas como Paypal, que actúa como un procesador de pagos para vendedores en Internet, así como para sitios de subastas, usuarios comerciales y también tiendas físicas. Por ello, cobra un porcentaje en concepto de comisión y tarifa, además de por la conversión de divisas, ya que puede utilizarse cómodamente tanto para transacciones nacionales como internacionales.
Aunque no puede considerarse como un banco ya que no obedece a las leyes para las entidades bancarias, Paypal sí está regida por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos y la Autoridad de Servicios Financieros de la Unión Europea. De este modo, además de ofrecer seguridad a los usuarios, se evita el blanqueo de dinero y las transacciones no autorizadas.
La evolución del pago en el entorno digital
Paypal fue una de las primeras opciones disponibles para el pago en el entorno digital. Vendida a Ebay para luego volver a ser una compañía independiente, generó en 2014, 7,9 mil millones de dólares de ingresos. En la actualidad, sus competidores son Neteller, AlertPay, Apple Pay, Google Checkout y AliPay, que ha logrado situarse por encima de Paypal y Apple.
De forma paralela al pago en el entorno digital, se han ido ampliado los usos y la funcionalidad de los teléfonos móviles. Por este motivo, se han desarrollado también sistemas de pago seguro e instantáneo entre particulares, como es el caso de Bizum.
Integrado directamente en las apps móviles de las entidades bancarias que colaboran con este proyecto, permite enviar dinero aunque desconozcamos datos imprescindibles como el IBAN. Hoy en día, es también una alternativa a Paypal, ya que también podemos hacer pagos de compras online.
La ventaja de este sistema de pago en el entorno digital es la inmediatez, sin importar de qué entidades se trate. De los 15 bancos que inicialmente se unieron, hoy ya son 26. En el caso de ING, utiliza Twyp, la aplicación pionera en este tipo de pagos y que sirve tanto para sus clientes como para los que no lo son.
La tecnología que todas ellas utilizan está adaptada ya a la utilización desde un ordenador como desde un teléfono móvil. La presentación para aquellos se optimiza desde la propia web, mientras que para estos últimos se desarrollan apps.
Si nuestro objetivo es añadir una plataforma de pago online, habrá que tener en cuenta varios aspectos. Estos son, la seguridad que ofrecen, el coste asociado, los métodos de pago aceptados, la compatibilidad técnica y de personalización, y el lugar donde se realiza el pago, esto es, la pasarela.
Las dificultades de implantar una plataforma como cualquiera de las detalladas no debe impedir nuestro avance. Es importante recordar el ciclo de compra y la contratación. Esta última fase tiende, de forma irreversible, hacia el entorno online.
El pago en el entorno digital seguirá evolucionando en los próximos años, y las entidades bancarias tendrán que ampliar las opciones que dan para las transacciones en línea. De lo contrario, se corre el riesgo de quedarse atrás frente a las soluciones íntegramente online.