El branding consiste en la gestión de una marca. Sin embargo, la dificultad de este concepto reside en que la marca no es lo que la propia empresa considera, sino lo que los demás piensan de ella. Esto es, las ideas o emociones que despierta a partir de las acciones que lleva a cabo. ¿Qué técnicas de branding existen y cómo podemos aplicarlas a una correduría?
El concepto del branding
Una marca suele relacionarse con su logo, sus colores o el producto o servicio que ofrece. Pero esta percepción puede ser diferente desde el punto de vista de los consumidores. Para ellos, una marca se define por los sentimientos que despierta, y esto depende del impacto que nuestras acciones generan.
Dentro del branding se engloba la gestión planificada de los procesos, las comunicaciones y el posicionamiento que lleva a cabo una empresa de su marca. A través de estos elementos se construirá y se transmitirá un mensaje, que será el encargado de despertar determinadas emociones. Se crean ilusiones y se satisfacen esas expectativas.
Para lograr crear el valor de marca y que tenga un carácter distintivo y sostenible a lo largo del tiempo, habrá que trabajar la imagen y la identidad corporativa, los colores y las normas que se sigan en las comunicaciones. Gracias al desarrollo del branding la marca quedará posicionada, no solo en el mercado, sino también en la mente de los consumidores.
Por qué es fundamental para una empresa
En un entorno altamente competitivo, es nuestra marca lo que nos distingue de los demás. Por medio de la gestión del branding se obtiene un símbolo identificativo que transmite el espíritu de la empresa. Este debe incluir calidad, un carácter único y fiabilidad.
Puesto que los productos que ofrece la competencia en las corredurías son muy similares, el branding o poder de la marca es lo que permite diferenciarse. La experiencia del cliente y el mensaje que se transmite generan una emoción en él. Y es así como se logra el prestigio y el reconocimiento, especialmente importantes hoy en día en la comunicación digital.
Cómo aplicar el branding a una correduría
Define tus valores
Todas las acciones que se lleven a cabo deben ir acorde con la cultura corporativa de la marca. Cuando se trata de una aseguradora joven, es fundamental establecer los valores a transmitir, como la humanidad, la empatía o la seguridad. Si se trata de una marca ya establecida, conviene revisar si el mensaje recibido coincide con nuestros valores iniciales.
Revisa tu imagen visual
La elección de un color es parte del branding, ya que nuestro cerebro asocia cada tonalidad con una emoción. El azul transmite tranquilidad, el verde esperanza y el rojo vitalidad. Según el mensaje que queramos transmitir nos decantaremos por uno u otro.
Desarrolla contenidos
Para transmitir valores y posicionarnos debemos mantener una comunicación fluida y coherente con nuestro mensaje. A través del marketing de contenidos destinados a informar o a entretener se conecta con la audiencia. También es posible proporcionar información que no esté únicamente relacionada con el sector. Así, favorecemos el engagement y la fidelización.
Utiliza las redes sociales
La presencia en las redes sociales como Facebook o Linkedin y últimamente Instagram es fundamental como parte del branding. Para los usuarios, genera confianza y ayuda a humanizar la marca. Además, facilita la interacción entre ambas partes y permite la promoción del contenido.
Establece pautas de comportamiento
Además de la coherencia en las campañas de marketing, el branding incluye la atención proporcionada por el personal. La amabilidad y una actitud resolutiva pueden tener más impacto que los demás puntos anteriores.