Si algo dejó claro 2025 es que las tendencias de seguros en Latinoamérica hacia 2026 marcan un cambio claro en la forma de operar del sector asegurador, pero ya no admite demasiados errores de ejecución. El mercado crece, sí, aunque cada vez con menos margen para improvisar. El costo del siniestro continúa al alza, los clientes comparan, preguntan y exigen respuestas más rápidas, y los reguladores piden orden, trazabilidad y coherencia.
En México y, en buena medida, también en Centroamérica esta combinación se percibe con más intensidad que en otros mercados: existe una brecha de protección evidente, pero también una presión real sobre márgenes y sobre la calidad del servicio.
Lo que sigue no es una lista de modas ni un ejercicio teórico. Es una lectura práctica de lo que dejó 2025 y de las seis tendencias que pueden marcar el rumbo del sector en 2026.
El foco está puesto en qué cambia de verdad y qué implica todo esto para compañías, bancaseguros y grandes brokers.
Balance 2025: crecimiento contenido y más exigencia operativa
Visto con perspectiva, 2025 ha sido un año de continuidad, pero también de maduración. Las primas han seguido creciendo de forma moderada en la mayoría de los mercados y los niveles de solvencia se han mantenido en niveles razonables. Ahora bien, el contexto ha sido y es desigual según ramos y países, y ha obligado a afinar mucho más la gestión diaria.
En primer lugar, la rentabilidad técnica en ramos masivos ha seguido bajo presión con autos y salud en el centro de la conversación. Por varias causas los ajustes de tarifa no siempre han alcanzado para compensar la siniestralidad.
El resultado financiero, por su parte, ha ayudado a sostener cuentas en varios mercados gracias a tasas de interés todavía atractivas. Aun así, 2025 dejó una advertencia clara: confiar demasiado en ese colchón es arriesgado.
En México, el año ha estado marcado por una mayor sensibilidad regulatoria y fiscal. Cambios de enfoque en cumplimiento y fiscalidad han obligado a revisar modelos de costos y estrategias de precios.
Finalmente, 2025 ha confirmado algo que muchos ya intuían: la tecnología ha dejado de ser un proyecto aspiracional y ya es un problema operativo real. Se han acelerado iniciativas de modernización de core, migración a la nube, analítica avanzada e inteligencia artificial.
La lección es directa: la tecnología solo genera ventaja cuando está integrada en procesos, personas y métricas. Si no, se acumulan herramientas, licencias y experiencias “piloto” sin impacto tangible.
Con este punto de partida, 2026 se presenta como una fase de selección natural. Avanzan quienes convierten las tendencias en capacidad diaria, no quienes se quedan en la teoría o simplemente no dan el paso.
Seis tendencias de seguros en Latinoamérica que marcarán 2026
Mirando hacia adelante, estas son las tendencias que evolucionan y van a convertirse en realidades de la cuenta de resultados.
Inclusión financiera y microseguros: Volumen con sentido
La inclusión aseguradora empieza a dejar de ser un concepto abstracto. Microseguros y coberturas simplificadas están encontrando espacio real entre personas con ingresos variables, alta informalidad y poca tolerancia a primas elevadas, pero con una necesidad clara de protección: salud básica, vida, accidentes, hospitalización o ingresos ante contingencias.
En 2026 hay consenso en que se espera un cambio claro. Los productos tienden a simplificarse de verdad: menos letra pequeña, coberturas comprensibles, vigencias cortas y sumas aseguradas pensadas para eventos frecuentes, no solo para catástrofes. A esto se suma una distribución de gran alcance, apoyada en retail, telecomunicaciones, fintech, billeteras digitales y redes de proximidad, que ya tienen relación cotidiana con el usuario.
La operativa pura es el punto crítico. Si la emisión, la cobranza o el siniestro se gestionan como en un seguro tradicional, el modelo no cierra. Por eso, en 2026 se espera más automatización, más pagos digitales y flujos de siniestros muy simplificados.
En bancaseguros, la oportunidad seguirá estando en integrar microcoberturas dentro de los recorridos naturales del cliente (cuentas, créditos, pagos o remesas ) sin forzar ventas adicionales que el cliente no entiende ni mantiene.
En cambio, para los brokers, el valor podría desplazarse hacia el diseño de programas colectivos, modelos B2B2C y la capacidad de administrar volumen con cumplimiento y eficiencia
Seguros embebidos
El seguro embebido se consolida porque reduce fricción: se ofrece donde ocurre la decisión del cliente, integrado en la compra o en el uso de un servicio digital.
En la región, el avance de las fintech, e-commerce y apps más avanzadas abre un terreno natural para esta distribución.
Para este próximo 2026 los expertos e informes indican que el reto es claro: el siniestro debe estar igual de integrado que la venta. No sirve de nada comprar un seguro de viaje en un clic si para reclamar hay que llamar a un call center y esperar 20 minutos.
¿Qué se espera que evolucione? ¿O hacia dónde se esperan que avancen los cambios?
- Integración técnica como estándar. APIs, eventos en tiempo real, emisión dentro del flujo de compra y conciliación automatizada.
- Nuevos “dueños” de la experiencia. Plataformas no aseguradoras controlan el contacto con el cliente y parte del dato. El seguro se vuelve un componente del producto principal.
- Siniestro integrado. Si se vende embebido, el reclamo no puede “salir del ecosistema” sin generar frustración. Se vuelve imprescindible reducir tiempos, habilitar autogestión y asegurar trazabilidad.
Dicho lo anterior, bancaseguros tiene ventaja por su base de clientes y datos transaccionales que ejecutan. Es evidente que debe cuidar privacidad y consentimiento. Puede insertar protección contextual (fraude, compras, viajes, dispositivos, movilidad, crédito).
Industrialización de la inteligencia artificial e IA generativa
En 2025 muchas iniciativas de IA fueron pilotos, pruebas, ¿experimentos?.
En 2026, el cambio relevante es la industrialización: IA en producción, integrada al proceso y con gobernanza. La IA generativa crece como copiloto de ventas, operaciones y soporte, pero con más control que entusiasmo.
Más y más retos de 2026…
- Gobernanza y trazabilidad. Modelos monitorizados, controles de calidad, auditoría y criterios para evitar sesgos o respuestas inadecuadas.
- Copilotos para fuerza comercial y operaciones. Asistentes que ayudan a explicar coberturas, preparar propuestas, comparar escenarios, resumir expedientes y acelerar tareas internas.
- Mejoras tecnológicas, centradas en datos y arquitectura. La prioridad, más inversión en calidad del dato, integración y seguridad. Sin esto, la IA amplifica errores y genera riesgo reputacional. Un riesgo no solo en el sector seguros sino totalmente transversal.
En bancaseguros ya se tiene claro que se puede usar IA para reducir abandono en venta digital, mejorar recomendación (“siguiente mejor acción”) y resolver dudas con consistencia, sin saturar call centers. Se espera una mejora sustancial en estos aspectos.
Ciberseguridad y seguros para riesgos digitales
La digitalización amplía la superficie de ataque.
El ciberseguro crece, pero también se vuelve más exigente: el mercado pide prevención mínima y la suscripción se vuelve más técnica.
En 2026, ciber deja de ser producto “nicho” para muchas medianas empresas y empieza a entrar en conversaciones del día a día del negocio.
Todo y que en ciberseguridad el imprevisto y la sorpresa son inherentes a nivel conceptual, lo que nos puede traer el 2026 es:
- Mayor frecuencia y sofisticación. Ransomware, suplantación de identidad, fraudes de pago, interrupción de negocio y filtraciones de datos. La sorpresa, en negativo, la puede aportar el uso “maligno” de la IA.
- Suscripción más estricta. Requisitos mínimos (MFA, backups probados, segmentación, gestión de proveedores) y cuestionarios más detallados.
- Servicios asociados. Evaluación, respuesta a incidentes, formación y acompañamiento pasan a ser parte del paquete.
La sofisticación arriba indicada, por ejemplo, provoca que en el caso de los brokers se necesite capacidad consultiva real: mapear riesgos, priorizar controles, articular coberturas y gestionar siniestros con especialistas. Vender ciber sin ese soporte será cada vez menos defendible.
Seguros paramétricos y gestión de riesgos climáticos
La frecuencia de eventos climáticos y la necesidad de pagos rápidos empujan al crecimiento de soluciones paramétricas.
En estos seguros, el pago se activa por un parámetro objetivo (índice de lluvia, viento, sismo, etc.). Funcionan bien en agricultura, logística, energía, turismo y ciertas coberturas para infraestructura.
A pesar de que según algunas fuentes se esperan distintas tendencias en función del país, en general hay consenso en:
- De pilotos a adopción en nichos. Se consolida el uso en sectores donde el costo de esperar peritajes es alto.
- Mejor disponibilidad de datos. Satélites, estaciones, modelos meteorológicos y fuentes independientes mejoran confiabilidad.
Complemento, no reemplazo. El paramétrico suele convivir con pólizas tradicionales: paga rápido por liquidez y la póliza clásica cubre daños complejos.
Implementación de NIIF 17 y regulación ESG
La región avanza, a distintos ritmos, en la adopción de NIIF 17 y en exigencias ESG que afectan gobierno corporativo, inversiones, suscripción y cadena de proveedores.
Para 2026, la presión por reportar mejor y demostrar gestión de riesgos será más visible, sobre todo en grupos internacionales y grandes “players” del sector..
Se espera:
- Transformación interna real. NIIF 17 exige capacidades actuariales y contables integradas, y sistemas más robustos para medir y explicar resultados.
- ESG como requisito operativo. Ya no es solo reputación: empieza a entrar en licitaciones, evaluación de proveedores y apetito de riesgo (incluido clima y conducta).
Más escrutinio. Reguladores, clientes corporativos y contrapartes piden evidencia y consistencia.
Reflexión final sobre las tendencias seguros 2026 en Latinoamérica
El 2026 será un año de selección natural para las tendencias de seguros en Latinoamérica, especialmente en México y Centroamérica. Allí, el terreno está listo para quienes logren combinar tres piezas: distribución masiva (vía banca y seguros embebidos), operación limpia (gracias a la IA real) y una nueva visión del riesgo (más climática y más digital).
La tecnología de MPM Software está precisamente diseñada para que este salto no sea al vacío, sino una transición controlada hacia un modelo donde el control de costos y la excelencia en el servicio no sean términos opuestos, sino las dos caras de una misma moneda.