Cuando hablamos de transformación digital, no debemos pensar únicamente en el incremento del uso de la tecnología en las herramientas disponibles. Se trata en sí de un proceso evolutivo que está modificando la manera de operar del negocio, así como las políticas de personal en las corredurías y las relaciones con la clientela. ¿Qué cambios estamos presenciando?
La tecnología en el sector de los seguros
A pesar de que se le considera un sector poco flexible, lo cierto es que ha sabido mantener el tipo y se ha ido adaptando progresivamente a las nuevas necesidades del mercado. Aunque el producto que se ofrece sigue siendo el mismo a grandes rasgos, los canales para llegar a la audiencia, así como las características de las relaciones en sí mismas, se han visto modificadas para poder seguir siendo competitivos y sobrevivir.
El cambio no se considera una opción, y quienes obtendrán el éxito serán quienes estén dispuestos a dar el paso en primer lugar. Esta carrera por resultar más atractivos ha supuesto en muchos casos la pérdida de la clientela, que se marcha en busca de un producto que se adapte a sus necesidades cambiantes. Así, la fidelización del cliente se ha convertido en una prioridad con la transformación digital.
Para poder lograrlo, no solo hace falta modificar la manera en que nos relacionamos con esta. También, las políticas de personal deben tener en cuenta estos cambios y actuar en consecuencia. Por una parte, de cara a la retención de sus clientes, y por otra, a la de su propio personal. Una aseguradora que innova no solo resulta más atractiva para su público, sino también para su propia plantilla.
El perfil del corredor de seguros
Además de profesionales de un sector, también somos al mismo tiempo consumidores de los productos que ofrecemos. Esto significa que la transformación digital no es unilateral, sino que supone una modificación que nos afecta a todos y todas por igual.
Las políticas de personal deben tener en cuenta al nuevo perfil del corredor de seguros e incorporar a su plantilla a personas que sean capaces de satisfacer las nuevas necesidades de los clientes. La edad media de quienes se inician en una nueva andadura en las corredurías se encuentra entre los 35 y los 42 años. En lo que respecta a la formación, se trata de personas que ya contaban con experiencia en este sector.
Pero además de la inclusión de nuevos perfiles, las políticas de personal deben centrarse en la retención del talento. La flexibilidad abarca diferentes ámbitos, y ante unas condiciones mejores, pocas son las personas que decidirán permanecer donde están.
Aunque sea posible la sustitución, y además sea necesaria la incorporación de esos nuevos perfiles, la pérdida del talento tiene consecuencias nefastas sobre la productividad y la buena marcha de cualquier empresa. Tanto en el sector de los seguros como en los demás en general.
Las políticas de personal en las corredurías con respecto a la retención de talento
Suele decirse eso de que nadie es imprescindible, y en cierto modo, así es. Sin embargo, este concepto da a entender que aquellas personas que se van no contaban con ningún tipo de talento. Y nada más lejos de la realidad. El conocimiento y la experiencia que alguien se lleva consigo no son tan fáciles de reemplazar.
Aunque las políticas de personal que incluyen la rotación permiten encontrar perfiles de personas competentes, se olvidan también del desarrollo del potencial de los empleados. Un entorno cambiante no implica una plantilla que lo sea. ¿Cómo y a quién impacta en mayor medida?
Descenso en la productividad
Diversos estudios realizados han puesto de manifiesto que aquellas empresas con bajas tasas de abandono obtenían cuatro veces más beneficios que las que tenían dificultades para retener el talento. Además, estas cifras incidían directamente en la productividad. En concreto, en las áreas de calidad en el servicio ofrecido y en la satisfacción general de cliente a corto plazo. Las políticas de personal deben poner en relación la facilitad para rotar a la plantilla con las consecuencias que ello tiene.
Perfil de empresas afectadas
Las pequeñas y medianas empresas son quienes sufren en mayor medida el impacto de las políticas de personal. Dentro de estas, aquellos que ofrecen algún tipo de servicio y que trabajan de cara al público son las más perjudicadas.
Aunque la transformación digital ha supuesto un cambio en las relaciones entre las corredurías y su clientela, el corredor sigue siendo una figura clave. Puesto que la experiencia del cliente es primordial y se busca un servicio personalizado, la atención que se presta puede determinar la elección final de un cliente.
En definitiva, las políticas de personal en las corredurías deben enfocarse a la retención del talento. Para ello, se potenciará la formación de los empleados, así como su motivación, ya que el know-how con el que cuentan podría terminar en la competencia. Además de reducir la carga del trabajo en el resto de la plantilla y poder continuar con los proyectos en curso, se refuerza la imagen corporativa.