La tecnología ha permitido el desarrollo de nuevas herramientas destinadas a facilitar nuestro día a día. El nacimiento de los dispositivos electrónicos que interactúan con el usuario, o wearables, ha evolucionado hasta convertirse también en un medio de pago. Ha llegado a considerarse incluso si serán los sustitutos de las tradicionales tarjetas de crédito y de la cada vez más popular opción actual de pagar con el móvil. ¿Qué hay de cierto en esta teoría?
De la moneda hasta pagar con el móvil
La evolución de los medios de pago se ha visto acelerada en los últimos años. Si hubo una época en la que se planteaba el rechazo a las tarjetas de crédito por los ingresos que suponía a las entidades bancarias, con el impulso de las nuevas tecnologías, son ya pocas las personas que llevan dinero encima.
Los métodos de pago se han ido diversificando progresivamente. En primer lugar fueron las tarjetas con chip incorporado y que permitían el pago ‘contactless’. Allá por 2009, aparecieron las criptomonedas o Bitcoins. Un sistema descentralizado y sin intermediarios que gracias a la encriptación imposibilita los duplicados y la falsificación.
Pero el auge de la vida en Internet y la búsqueda de alternativas que faciliten el día a día ha permitido nuevas aplicaciones de los smartphones. La posibilidad de pagar con el móvil ha supuesto un descenso del uso de las tarjetas. Uno de los motivos principales es la facilidad y la rapidez que ofrece al usuario con sistemas como Apple Pay, Samsung Pay o Android Pay.
Además de ello, el uso de los smartphones ha permitido la integración en este dispositivo de todas las tarjetas de crédito. La tecnología de comunicación inalámbrica NFC o Near Field Communication es la responsable del intercambio de datos entre dispositivos. Un método que también ofrece seguridad por la necesidad de la proximidad para funcionar.
Sin embargo, pagar con el móvil no está disponible aún en todos los teléfonos. Y lejos de lo que afirman muchas teorías, no se considera una prioridad por parte de los usuarios, tal y como lo han revelado algunos estudios.
El futuro en medios de pago
Además de esta tecnología que permite pagar con el móvil de una manera sencilla, los wearables han continuado evolucionando para ofrecer también esta opción. De este modo, acercando una pulsera o un reloj al datáfono se podrá realizar compras en los establecimientos.
Si hasta ahora se consideraba que los smartphones supondrían el fin de las tarjetas de crédito, hay quienes argumentan que serán los wearables los que marcarán la transición. Pero ¿hasta qué punto es cierto?
Hay que tener en cuenta que quienes optan por pagar con el móvil o por los wearables suelen ser personas jóvenes o de mediana edad. Quienes tienen una edad más avanzada siguen percibiendo las tarjetas como un método más seguro.
Por otra parte, la finalidad de las nuevas tecnologías es la de reemplazar dispositivos obsoletos para facilitar el día a día. Sin embargo, no es el caso de los smartphones, ya que, aunque se realizara el pago con una pulsera, el teléfono móvil seguiría utilizándose para otras funciones comunicativas.
El continuo avance del Internet of Things (IoT) permite crear dispositivos cada vez más pequeños y completos, pero no reemplazarán la opción de pagar con el móvil. A su vez, todos estos sistemas ‘contactless’ continuarán conviviendo, por el momento, con las tradicionales tarjetas de crédito. Para algunos segmentos de la población sigue siendo el método de preferencia.
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